¿Quieres aportar luz, crear una separación elegante o añadir carácter a tu hogar? La vidriera es una solución práctica y estética. Tanto si sueñas con un estilo industrial, una cocina semiabierta o incluso una vidriera de esquina, la vidriera se adaptar a todo, siempre que la elijas bien.
Vente-unique te ayuda a elegir la vidriera que aporta valor a tu hogar. Tipos de vidrieras, criterios de selección, materiales, usos, instalación, presupuesto... ¡veámoslo todo!
Elegante y luminosa, la vidriera de interior seduce cada vez a más clientes. Por ello, es una elección inteligente a la hora de amueblar tu hogar.
La vidriera es tan popular porque permite abrir espacios preservando su función. Deja pasar la luz natural y amplía visualmente las estancias. En otras palabras, añade carácter a tu hogar. Es la aliada perfecta si quieres crear un ambiente acogedor y luminoso.
¿Quieres separar la cocina del salón? ¿Delimitar una zona de despacho en un dormitorio? La vidriera es ideal para crear zonas de estar o de paso sin renunciar a la apertura. Permite sustituir a los tabiques macizos, que a menudo resultan demasiado pesados visualmente.
Además de práctica, la vidriera de interior se ha convertido en un verdadero elemento decorativo. Disponible de color negro para un estilo industrial, de madera para un ambiente natural o de color blanco para un toque escandinavo, se adapta a todas tus necesidades. Además, las formas a medida y las aperturas correderas o fijas te permiten personalizar tu proyecto.
Existen numerosos modelos de vidrieras de interior. Tu elección dependerá del espacio disponible, el uso previsto y el estilo que te guste.
Se inspira en los talleres de los artistas: la vidriera de taller es un gran clásico. Se compone de varios cristales separados por finos montantes, generalmente de metal color negro. Aporta una auténtica personalidad a cualquier hogar y se integra tanto en apartamento estilo Haussmann como en un interior moderno.
Con un estilo más marcado, la vidriera industrial presenta estructuras metálicas robustas, a veces con remaches visibles o un acabado en bruto. Combina de maravilla con paredes de ladrillo, hormigón encerado y muebles de época. Imprescindible si te gusta el mundo de las fábricas o los lofts neoyorquinos.
¿Te gusta cocinar y disfrutar del contacto con tus invitados y familiares? La vidriera de cocina está hecha para ti. Permite dividir ligeramente el espacio entre la cocina y el comedor, dejando circular la luz. Práctica para limitar los olores entre las dos habitaciones sin sentirse oprimido.
Ideal para espacios reducidos o para crear separaciones flexibles, la vidriera corredera se abre y cierra a tu antojo. Este tipo de equipo es ideal para pasar de un espacio abierto a un rincón más íntimo en cuestión de segundos. La vidriera corredera se puede adaptar a un dormitorio, un vestidor o un rincón de despacho.
¿Tu casa tiene una distribución atípica o una altura de techo específica? La vidriera a medida es la mejor opción. Eliges el tamaño, el número de cristales, el tipo de apertura, el color y el material. Es una solución totalmente personalizable por un profesional. Aunque es más cara, se integra perfectamente en tu hogar como una vidriera de esquina.
La elección del material influye en el estilo, la durabilidad y el presupuesto de tu vidriera. Estos son los principales materiales disponibles para una vidriera de interior:
El acero es el material histórico de las vidrieras de interior. Es muy sólido y, a diferencia de otros materiales, crea montantes más esbeltos y elegantes. También es el material que aporta más carácter a una vidriera industrial o de taller. Puede requerir un tratamiento para evitar la corrosión.
Más ligero y a menudo más asequible, el aluminio tiene un lado moderno y es fácil de cuidar. Es resistente a la humedad. Por eso, es perfecto para una vidriera de cocina o baño. Su principal ventaja es que está disponible en una amplia gama de acabados.
La madera aporta un toque cálido y suave, perfecto para una decoración escandinava o bohemia. No obstante, ten cuidado al elegir una vidriera de madera tratada si vas a instalarla en una habitación húmeda.
¿Te gustaría que tu vidriera se convirtiera en un auténtico elemento decorativo? Aquí tienes algunas ideas para integrarla perfectamente.
Una vidriera de interior puede adaptarse a casi cualquier estilo de decoración:
Antes de decidirte por un modelo de vidriera, recuerda combinarla con el resto de tu hogar: suelos, paredes y mobiliario. Una vidriera negra será más llamativa que una versión blanca o de madera clara. Ten en cuenta también la orientación y la luminosidad de la estancia.
Para completar el efecto decorativo de tu vidriera, elige accesorios como:
Antes de comprar una vidriera, hazte las preguntas adecuadas. ¿Cuál es el principal objetivo de la vidriera en tu hogar? ¿Aportar luz? ¿Delimitar un espacio sin aislar completamente? ¿O simplemente aportar un efecto decorativo?
La luminosidad suele ser la principal motivación. En este caso, opta por una vidriera de interior con cristales transparentes y sin travesaños excesivamente gruesos. Para un uso entre dos habitaciones poco iluminadas, una vidriera transparente maximiza la luz natural.
El aislamiento acústico es otro criterio que no debe pasarse por alto, especialmente para una vidriera entre un salón y un dormitorio. La elección del acristalamiento (simple, doble o laminado) es esencial. Cuanto más grueso sea, mejor será el aislamiento acústico.
Por último, piensa en el uso que quieres darle. ¿Necesitas una vidriera fija o corredera? Esta última es perfecta para espacios pequeños o zonas de paso.
En cuanto a presupuesto y la instalación, esto es lo que debes saber antes de elegir tu vidriera de interior:
El precio de una vidriera depende de varios factores:
Calcule entre 300 y 800 € para una vidriera en kit estándar, normalmente de aluminio o acero ligero: una buena opción para presupuestos ajustados o para un primer proyecto de diseño.
Si optas por una vidriera a medida, los precios serán más consecuentes. Una vidriera de aluminio a medida puede costar entre 700 y 1500 €, mientras que una vidriera de acero a medida suele oscilar entre 1200 y 3000 €, o incluso más según la complejidad del proyecto.
A esto hay que añadir el coste de la instalación, que puede oscilar entre 200 y 800 € según el instalador y la dificultad del trabajo. También debes pensar en las modificaciones a prever: ajuste de la pared, marco, acabado, etc.
La vidriera en kit es rápida de instalar y más económica. Menos flexible, sus dimensiones están normalizadas. Tienes que adaptar tu proyecto a lo que ya existe. La vidriera a medida se adapta perfectamente a las dimensiones de tu espacio. Es muy apreciada para configuraciones complejas o requisitos muy específicos.
Si te gusta el bricolaje, puedes instalar una vidriera en kit sin la ayuda de un profesional. No obstante, hay que tener en cuenta que la instalación de una vidriera en un cuarto de baño o un salón requiere precisión y rigor.
Para una vidriera a medida o una vidriera corredera, te recomendamos acudir a un profesional experimentado. Podrá gestionar las distintas limitaciones de la configuración del edificio (muro de carga, aislamiento y acabados).
Por último, he aquí algunos consejos para limitar los imprevistos:
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