El garaje es uno de los espacios que pueden comprometer el aislamiento de una casa. La puerta de garaje mal ajustada, los materiales finos, los pasos de aire, etc. pueden ser la causa de muchas pérdidas de calor. Sin embargo, con unos sencillos cambios, puedes mejorar considerablemente tu confort y reducir tu factura energética. Sigue nuestra guía con todo lo que necesitas saber sobre el aislamiento de puertas de garaje.
Aislar una puerta de garaje no es solo una cuestión de comodidad. Por eso te aconsejamos encarecidamente que elijas el aislamiento adecuado para este tipo de apertura.
A menudo, el garaje se comunica con el resto de la casa, ya sea directamente o a través de un muro medianero. Una puerta de garaje mal aislada deja pasar el aire frío en invierno y el calor en verano. Esto provoca desequilibrios térmicos en las habitaciones vecinas. Estas pérdidas de energía pueden afectar al confort general de tu hogar.
Nota: una puerta de garaje con un aislamiento defectuoso puede suponer hasta el 20 % de la pérdida de calor de una casa, sobre todo si está junto a una habitación con calefacción.
Aislar la puerta del garaje no se limita a regular la temperatura interior. Un aislamiento eficaz también ayuda a reducir las molestias sonoras del exterior. Esto puede ser especialmente útil si tu garaje está cerca de una calle muy transitada o si trabajas allí con regularidad. Al mejorar el aislamiento acústico, puedes hacer que esta zona sea más agradable y reducir la contaminación acústica del exterior
Una puerta de garaje bien aislada ayuda a mantener una temperatura más estable en tu hogar. Esto se traduce en un menor consumo de energía, lo que supone un ahorro en tus facturas de calefacción o aire acondicionado. Así podrás disfrutar de un mayor confort térmico durante todo el año.
Nuestro consejo: combina el aislamiento de la puerta del garaje con el aislamiento del techo o del muro medianero para optimizar la eficiencia energética de tu organización.
Existen varios materiales aislantes adecuados para las puertas de garaje:
Para un aislamiento térmico óptimo de tu puerta de garaje, elige materiales con un buen coeficiente de resistencia térmica (R). Esto último define la capacidad aislante de un material.
Por este motivo, comprueba el coeficiente de resistencia térmica R del aislamiento antes de comprarlo. Cuanto más elevado sea, mejor será el rendimiento del material.
La elección del aislamiento depende de varios factores, como la estructura de la puerta del garaje (metal, madera o PVC) y el espacio disponible alrededor de la puerta. También tus objetivos en términos de rendimiento térmico e insonorización, así como tu presupuesto.
Nuestro consejo: los paneles rígidos son ideales para aislar una puerta de garaje plana. Las espumas en rollo se adaptan mejor a las superficies irregulares.
El aislamiento de una puerta de garaje basculante, que suele ser de metal, se presta bien a los paneles rígidos o semirrígidos. A diferencia del aislamiento de una puerta de garaje seccional, que ya está semiaislada en el momento de su fabricación, puedes reforzar su eficacia con juntas y placas finas.
Por otro lado, el aislamiento de una puerta de garaje batiente o corredera es más sencillo, porque puedes tratar cada panel de forma individual. Por último, dado que el aislamiento de una puerta de garaje enrollable es más difícil de lograr sin interferir en el enrollado, es preferible reforzar el aislamiento del propio garaje.
La puerta basculante, muy extendida, se compone generalmente de una chapa metálica plana con poco aislamiento. Puedes pegar los paneles aislantes rígidos (poliestireno, XPS o espuma rígida) cortándolos a medida. Utiliza adhesivo de doble cara o un pegamento adecuado para fijarlos en su lugar. No olvides distribuir el peso uniformemente para no interferir con el mecanismo de apertura. Para aumentar el nivel de aislamiento de la puerta de garaje, añade juntas periféricas.
Este tipo de puerta de garaje suele tener paneles que ya están parcialmente aislados. Para mejorar su eficacia térmica y acústica, añade tiras de espuma entre las secciones móviles, instala juntas de compresión en los laterales y coloca un umbral de goma en el umbral de la puerta.
Estas soluciones reducen considerablemente los puentes térmicos y las molestias sonoras.
La puerta de garaje batiente, enrollable o corredera: adapta el aislamiento en función de la configuración técnica.
Prepara las siguientes herramientas y materiales para realizar las obras de aislamiento de la puerta de garaje:
Antes de empezar, limpia bien el interior de la puerta. Elimina el polvo y la grasa con un producto adecuado y deja que se seque. Una superficie limpia garantiza una buena adherencia del aislamiento. Si ya hay juntas, pero están dañadas, retíralas.
Corta los paneles a medida. Pégalos con cuidado, empezando por el centro y continuando por los bordes. Asegúrate de que no quede ningún espacio vacío. Para un acabado más limpio y duradero, puedes aplicar una película protectora o un revestimiento (aluminio, plástico, tela, etc.).
Es esencial instalar juntas de espuma o de goma alrededor del marco de la puerta. Esto permite detener las corrientes de aire. También impide que penetre la humedad. Algunas juntas se comprimen al cerrar la puerta, garantizando una estanqueidad perfecta.
Aquí tienes una estimación del coste de aislar la puerta de tu garaje, en función de los materiales utilizados:
Por una puerta de garaje estándar, cuenta entre 50 € y 150 €.
Aislar una puerta de garaje es un proyecto accesible a los particulares. Sin embargo, si tu puerta está motorizada o dispones de poco tiempo, la intervención de un profesional te garantiza unos resultados óptimos. El coste medio de un servicio oscila entre 200 € y 400 €.
Aislar solo la puerta del garaje es un buen comienzo, pero para obtener resultados óptimos, piensa también en el entorno del garaje.
La puerta del garaje es un punto de entrada del frío, pero no es el único. Para maximizar la eficacia del aislamiento térmico, considera también la posibilidad de tratar:
Las filtraciones suelen producirse a través del umbral de la puerta. Para remediarlo, instala un umbral de aluminio con junta de goma o un burlete de puerta con cepillo. Estos accesorios también limitan la entrada de polvo, de hojas y de agua de lluvia.
Con el paso del tiempo, los materiales aislantes pueden deteriorarse. Te recomendamos que compruebes el estado de las juntas, de los paneles y de las fijaciones al menos una vez al año. En caso de despegue o deterioro, sustituye los elementos defectuosos.
Nuestro consejo: una prueba sencilla consiste en pasar la mano alrededor de la puerta un día ventoso. Si sientes una corriente de aire, significa que el aislamiento se puede mejorar.
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