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      Gres, porcelana, loza... Los materiales a privilegiar para tus platos

      En el ámbito del menaje, a la hora de elegir la vajilla, el material es tan importante como el diseño o el color. Cada material tiene sus propias características estéticas, prácticas y funcionales. Ya sea para un uso diario o para ocasiones especiales, conocer las opciones te ayudará a tomar una decisión informada.

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      En este artículo, te presentamos los materiales más comunes para los platos, como el gres, la porcelana y la loza, así como alternativas como la melamina, la terracota e incluso la fundición. Descubre sus ventajas, sus inconvenientes, su estilo y el tipo de uso más adecuado para cada uno.

      ¿Por qué es esencial la elección del material de un plato?

      El material de un plato influye en su durabilidad, peso, facilidad de mantenimiento, resistencia a los golpes, compatibilidad con el microondas y el lavavajillas, así como su estética. Puede aportar a tu mesa un aire rústico, sofisticado, natural o moderna.

      Tanto si buscas una vajilla elegante para las grandes ocasiones como platos prácticos para el día a día, el material desempeña un papel fundamental a la hora de poner la mesa.

      El gres: autenticidad y robustez

      La vajilla de gres es cada vez más popular estos los últimos años. Fabricada con arcilla cocida a alta temperatura, ofrece una excelente resistencia y un aspecto rústico y moderno. El gres suele estar esmaltado, lo que ofrece una gran variedad de colores y texturas. El gres es perfecto para el uso diario y aporta un toque de naturalidad y calidez a la mesa.

      Las ventajas del gres son que es muy resistente a los golpes y apto para el lavavajillas y el microondas y tiene un acabado artesanal único. Sin embargo, entre sus desventajas, el gres es ligeramente más pesado que la porcelana y a veces más caro, según la calidad.

      La porcelana: elegancia y delicadeza

      El plato de porcelana es un clásico de la vajilla. Su finura, su brillo blanco y su ligereza lo convierten en el material preferido para las comidas elegantes. La porcelana es ideal para las ocasiones especiales, las comidas formales o simplemente para quienes desean una mesa luminosa y despejada.

      Entre sus ventajas destacan su ligereza y sofisticación, su resistencia al calor y el hecho de que es apto para el lavavajillas y el microondas. Sin embargo, la porcelana también es menos resistente a los golpes que el gres o la melamina y puede rayarse con más facilidad.

      La loza: encanto y suavidad

      El plato de loza se caracteriza por su tacto suave y su aspecto a menudo decorativo. Fabricado a partir de arcilla blanca o roja, se esmalta a baja temperatura. La loza es perfecta para un uso ocasional o decorativo. Aporta un toque vintage o campestre a la mesa.

      Nos encanta su tacto suave y su acabado mate o brillante, así como el hecho de que suela estar disponible con motivos tradicionales o coloridos. Sin embargo, es cierto que la loza es menos resistente a los golpes y arañazos y a veces es incompatible con los lavavajillas.

      La melamina: ligereza y practicidad

      La vajilla de melamina es una alternativa popular para las comidas al aire libre, los pícnics y los niños. Es un material plástico duro, muy ligero e irrompible. Es una opción interesante para un uso práctico a diario, pero no es tan elegante como otros materiales más nobles.

      Entre sus ventajas, como hemos dicho, es irrompible, ligero y muy resistente a los golpes, lo que lo hace ideal para los niños o las comidas al aire libre. Sin embargo, la vajilla de melamina no es apta para los microondas ni los hornos y tiene un aspecto menos noble que la cerámica.

      La terracota: autenticidad mediterránea

      Los platos de terracota seducen por su aspecto tradicional y artesanal. Muy presentes de las cocinas del sur, recuerdan a las mesas cálidas y acogedoras. Es un material de estética rústica que conserva bien el calor, lo que lo convierte en una buena alternativa ecológica.

      El inconveniente es que esta vajilla es bastante frágil a los choques térmicos y debe esmaltarse para su uso alimentario. La terracota se recomienda para las comidas familiares de temática mediterránea o las decoraciones inspiradas en el sur.

      La cerámica: diversidad y estilo

      El plato de cerámica es una categoría general que incluye el gres, la loza y la porcelana. Por lo tanto, abarca una gran variedad de estilos, acabados y niveles de calidad.

      Ofrece una total libertad de elección, ya sea en cuanto a formas, motivos o colores. Las piezas artesanales, a menudo únicas, son muy codiciadas. La cerámica es ideal para quienes desean personalizar su mesa y añadir carácter a su comida.

      El plato de barbotina: una pieza artística

      El plato de barbotina es un plato decorativo de loza coloreada, generalmente con motivos vegetales o animales en relieve. Está resurgiendo el interés de los amantes de las colecciones de época y del vintage.

      Entre sus rasgos distintivos figuran el hecho de ser una pieza de coleccionista o un objeto decorativo; la mayoría de las veces se fabrica artesanalmente y cada pieza es única. Aunque rara vez se utiliza para el servicio, puede constituir un magnífico centro de mesa y exponerse en una pared o en una vitrina.

      El plato de hierro fundido: originalidad y durabilidad

      El plato de hierro fundido no es muy común, pero se utiliza en algunos restaurantes para mantener los platos calientes durante mucho tiempo. Es pesado, pero extremadamente resistente. Puede utilizarse como plato de servicio o como accesorio en una presentación gastronómica sofisticada.

      El hierro fundido es un material muy duradero que mantiene el calor de los alimentos. Además, al optar por este material, optas por una originalidad garantizada. Sin embargo, el hierro fundido también es pesado y requiere un mantenimiento específico, por lo que rara vez se utiliza en el ámbito doméstico.

      El plato de «terre de fer»: legado y elegancia

      Menos conocido hoy en día, el plato de «terre de fer» es un tipo de vajilla antigua, a menudo blanca con delicados motivos azules o verdes. Muy de moda en el siglo XIX, hoy es apreciado por los amantes de las antigüedades.

      Se trata de un tipo de vajilla antigua muy buscada, ideal para la decoración vintage o retro, pero puede resultar frágil con el paso del tiempo. Utilízalo para crear un ambiente de época, en una casa de campo o una mesa chic con un encanto anticuado.

      El plato Arcopal: la robustez a diario

      El plato Arcopal es una vajilla muy conocida en Francia, fabricada de vidrio opalino templado. Es resistente, ligero y polivalente. Incluso es apto para el lavavajillas y el microondas. Esta vajilla, con un diseño a veces bastante estándar, es resistente a los golpes, lo que la convierte en una opción perfecta para las familias y el uso intensivo. Su durabilidad lo convierte en un clásico imprescindible.

      ¿Cómo elegir el material adecuado para tus platos?

      La elección del material depende sobre todo del uso que hagas de tu vajilla, pero también de tu estilo de vida, tu espacio de almacenamiento y tus gustos estéticos.

      Para el uso diario, es mejor optar por materiales resistentes y fáciles de cuidar. El gres es un excelente compromiso: sólido, polivalente, resistente a los golpes y apto para el lavavajillas. El Arcopal, conocido por su ligereza y resistencia, es también una opción funcional para las familias. En cuanto a la porcelana resistente, combina elegancia y robustez, sobre todo si se opta por una calidad denominada culinaria, compatible con el microondas y el lavavajillas.

      Para las ocasiones especiales o las comidas festivas, puedes recurrir a piezas más delicadas como la porcelana fina, la barbotina con decoraciones de colores o incluso la «terre de fer», apreciada por su aspecto retro. Estos materiales más frágiles a veces deben lavarse a mano, pero su elegancia los convierte en una auténtica baza decorativa en una mesa de recepción.

      Si buscas una vajilla para el exterior o para niños pequeños, la melamina es la mejor opción. Irrompible, ligera y a menudo colorida, permite poner una mesa alegre sin temor a que se rompa. También es una opción inteligente para pícnics o comidas en la terraza.

      Por último, para un ambiente natural y artesanal, nada mejor que el gres bruto, la terracota esmaltada o la cerámica hecha a mano. Estos materiales, generalmente irregulares y con texturas, crean un ambiente cálido y auténtico, en perfecta armonía con una decoración bohemia o minimalista.

      También debes tener en cuenta los criterios prácticos: algunos materiales son más pesados que otros (como la loza o el gres), lo que puede dificultar su apilamiento o su almacenamiento en armarios pequeños. Otros, como la porcelana o el Arcopal, son más fáciles de manejar a diario. Comprueba también la compatibilidad con tu equipo, sobre todo si utilizas habitualmente el lavavajillas o el microondas.

      En resumen, la elección correcta depende del equilibrio entre funcionalidad, estilo y modo de vida. También puedes optar por distintos tipos de vajilla para distintas ocasiones: una colección resistente para el día a día y algunas piezas más sofisticadas para las cenas temáticas o las comidas en familia.