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      ¿Qué forma de mesa de centro elegir según la distribución del salón?

      La mesa de centro es mucho más que un simple mueble colocado delante del sofá. Un elemento central del salón, es a la vez práctico y decorativo. Una mesa de centro de salón estructura el espacio y refleja el estilo de tu interior. Pero elegir la forma adecuada para tu mesa de centro no siempre es fácil. Redonda, ovalada, rectangular, cuadrada... cada forma ofrece ventajas específicas según la distribución y la configuración de la habitación. Te guiaremos paso a paso para elegir la mesa de centro ideal en función del espacio disponible, tus muebles y tu estilo de vida.

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      ¿Por qué la forma de la mesa de centro influye en la distribución del salón?

      Elegir la forma adecuada para una mesa de centro es esencial para componer un salón armonioso y funcional. Una mesa mal adaptada puede dificultar la circulación, desequilibrar la distribución o reducir la sensación de espacio.

      Una mesa de centro de diseño bien elegida se integra naturalmente en la habitación. Te permite moverte con más facilidad y valorizar tu sofá. Crea un punto de anclaje visual muy agradable. La forma ideal de la mesa dependerá de la disposición de los asientos, del tamaño de tu salón y del uso que quieras darle (comidas, aperitivos, decoración, juegos de mesa, etc.).

      Las distintas formas de mesas de centro y sus ventajas según la distribución de tu espacio

      Existen distintas formas clásicas de mesa de centro, cada una con sus características específicas. Veamos sus ventajas y sus limitaciones para ayudarte a elegir la opción más adecuada para tu salón.

      La mesa de centro rectangular

      La mesa de centro rectangular es sin duda la más popular. Su forma alargada es perfecta para salones espaciosos con sofás rectos o de esquina. Este tipo de mesa de centro ofrece:

      • Una superficie amplia para libros, mandos a distancia, adornos o bandejas de comida.
      • Una buena circulación con espacio suficiente (prever de 40 a 50 cm alrededor).
      • Una integración natural en los salones rectangulares.

      Es una apuesta segura en un salón mediano o grande. En cambio, en un espacio pequeño, hay que controlar las dimensiones para no sobrecargar la distribución.

      La mesa de centro cuadrada

      La mesa de centro cuadrada es perfecta para salones bien proporcionados, sobre todo cuando los asientos forman un cuadrado o un rectángulo equilibrado. Crea un punto central muy agradable. Facilita el acceso a todo el mundo.

      En un salón pequeño, puede ocupar demasiado espacio y estorbar la circulación. Opta por una versión pequeña o por mesas de centro encajables para mantener la flexibilidad.

      La mesa de centro redonda

      La mesa de centro redonda es ideal para los espacios pequeños. Sus curvas facilitan los desplazamientos a su alrededor. Sin esquinas, esta forma de mesa de centro es una verdadera ventaja para las familias con niños. Proporciona:

      • Ligereza visual en un espacio reducido.
      • Un estilo cálido y acogedor.
      • Una mayor seguridad (sin esquinas agresivas).

      Es una excelente opción como mesa de centro en un salón pequeño. Permite conservar un espacio abierto y armonioso, incluso en pocos metros cuadrados.

      La mesa de centro ovalada

      La mesa de centro ovalada es el compromiso perfecto entre la redondez y la longitud. Es especialmente adecuada para salones estrechos o alargados. De hecho, conserva una gran superficie de uso y facilita la circulación.

      También seduce por su diseño. Sus curvas suavizan las líneas rectas de un sofá o de un mueble de TV. Es una opción interesante para añadir movimiento a una distribución demasiado rectilínea.

      La mesa de centro encajable y modulable

      En los salones pequeños, las mesas encajable o modulables son tus verdaderas aliadas. Te permiten adaptar el espacio a tus necesidades. Puedes agrupar los elementos para crear una mesa grande o separarlos para disponer de varias superficies más pequeñas.

      Son ideales para estudios, salones polivalentes o interiores minimalistas en los que cada metro cuadrado cuenta.

      Adapta la forma de la mesa de centro según la distribución del salón

       La distribución de tu salón juega un papel decisivo a la hora de elegir la forma de la mesa de centro.

      Con un sofá recto

      Para un salón con un sofá recto, una mesa de centro rectangular suele ser la solución más coherente. Su forma sigue naturalmente la línea del sofá, creando un conjunto equilibrado que facilita la circulación. Una mesa de centro ovalada también aporta un acabado armonioso, que suaviza las líneas rígidas. En un espacio pequeño, una mesa de centro redonda es la más apropiada. Libera la zona alrededor del sofá para facilitar la circulación sin temor a chocar con las esquinas.

      Con un sofá esquinero o en forma de L

      Con un sofá esquinero o en forma de L, la cuestión de la fluidez visual se convierte en prioritaria. Las mesas de centro redondas u ovaladas son perfectas para este fin. Suavizan la esquina formada por los asientos y son accesibles desde cada lado del sofá. En un salón espacioso con un gran sofá esquinero, una mesa de centro cuadrada crea un punto central equilibrado que estructura bien el espacio.

      Con dos sofás enfrentados

      Cuando hay dos sofás enfrentados, la mesa de centro debe ocupar la zona central, respetando las proporciones. Los modelos rectangulares se adaptan bien a este tipo de configuración siguiendo la longitud formada por los dos asientos. Las mesas de centro ovaladas proporcionan una buena superficie de uso y facilitan el paso entre los dos sofás.

      En un salón o un estudio

      En un salón pequeño o un estudio, cada centímetro cuenta. Una mesa de centro redonda puede encajar fácilmente en este tipo de espacios. Favorece la circulación. Reduce la congestión visual. Los modelos de mesa de centro encajables añaden flexibilidad. Por ejemplo, agrúpalas o sepáralas en función del uso que quieras darles. Las mesas de centro para salones pequeños con tableros elevables o compartimentos integrados optimizan la funcionalidad sin sobrecargar la habitación.

      Adapta la forma de la mesa de centro al estilo de la decoración de tu salón

      Elegir la forma de una mesa de centro no se limita a la distribución del salón, también debe integrarse en el estilo decorativo. Una mesa de centro de diseño no tiene el mismo impacto visual en un salón escandinavo que en un interior industrial o bohemio.

      En un salón moderno, una mesa de centro rectangular de vidrio templado o metal negro refuerza las líneas rectas. Su forma esbelta combina bien con un sofá esquinero de asientos bajos.

      Un interior escandinavo favorece las curvas suaves. La mesa de centro redonda u ovalada de madera clara integra naturalmente en este tipo de ambiente cálido. Las patas en forma de compás y los colores neutros añaden ligereza. Combinan fácilmente con alfombras gruesas y cojines con texturas.

      Para un estilo industrial, una mesa de centro rectangular o cuadrada de madera maciza y metal negro es la mejor opción. Se inscribe en una decoración en bruto, rodeada de sofás de piel envejecida. Sus grandes dimensiones son ideales para habitaciones abiertas tipo loft.

      Un salón bohemio suele encajar mejor con una mesa de centro redonda o mesas encajables. Las formas fluidas y variadas crean un espacio acogedor, incluso relajado. Materiales naturales como el ratán, el mango o la madera blanqueada añaden ese toque auténtico que buscas.

      En un interior refinado o minimalista, una mesa de centro ovalada o rectangular fabricada con materiales sobrios es la elección perfecta. El vidrio transparente o esmerilado, combinado con unas finas patas de metal, da una impresión de espacio y ligereza, especialmente útil en un salón pequeño.

      Adaptar la forma de la mesa de centro al estilo de tu salón no solo armonizará la distribución.

      Nuestros consejos prácticos para elegir las dimensiones y proporciones ideales

      El tamaño de la mesa de centro influye directamente en el equilibrio del salón. Una mesa demasiado alta puede romper la armonía con el sofá. Un modelo demasiado bajo es menos cómodo. La altura ideal se sitúa a nivel del asiento o ligeramente por debajo, entre 40 y 45 cm. Esta proporción garantiza un acceso práctico a los objetos de la mesa.

      La longitud debe adaptarse a la del sofá. Una regla sencilla consiste en elegir una mesa que mida aproximadamente dos tercios de la longitud del asiento. Esta proporción equilibra el conjunto para evitar un efecto masivo que podría desorganizar el espacio.

      La facilidad de circulación es una cuestión clave. Dejar un espacio de paso de 40 a 45 cm alrededor de la mesa permite desplazarse con libertad, incluso en salones menos espaciosos. En un salón pequeño, esta distancia da sensación de amplitud, incluso cuando la mesa tiene un tablero elevable o compartimentos integrados.

      Los materiales también influyen en el equilibrio visual. La madera clara aporta calidez a una habitación luminosa. El vidrio aligera la presencia de la mesa en un salón pequeño. El metal aporta un estilo más contundente a un entorno moderno. Elegir la forma, el tamaño y el material adecuados garantizará un resultado armonioso que destacará la organización general de tu salón.

      En Vente-unique, disponemos de una amplia selección de mesas de centro de formas variadas que se adaptan a todo tipo de salones. Encuentra en nuestro sitio web todos nuestros productos de calidad a precios muy competitivos. Para obtener ayuda a medida, contacta con uno de nuestros asesores. Contáctanos.

      Réhane Félix
      Réhane Félix
      Journaliste web
      Où que j’aille, la décoration finit toujours par me rattraper ! Comme un motif familier qui revient dans le tissu de mon quotidien. Rien d’étonnant, me direz-vous : je suis tapissière de métier ! J’ai toujours été fascinée par la magie d’un tissu et la puissance d’une couleur : ces petits riens capables de métamorphoser un lieu, de raconter une histoire, d’insuffler une âme. Alors au lieu de mettre cette passion entre parenthèses pendant mes temps libres, j’ai préféré lui donner d’autres formes, d’autres mots…