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      Normas para clasificar los residuos

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      Clasificar la basura es esencial para proteger el medio ambiente. Pero hay que conocer las buenas prácticas. Con el accesorio de cocina adecuado, resulta fácil adoptar los reflejos adecuados a diario, incluso en un espacio reducido. Desde cubos de cocina compartimentados hasta discretos cubos de compostaje, existen soluciones sencillas para clasificar de forma eficaz y sin esfuerzo. En este artículo se exponen todas las normas que hay que seguir para clasificar correctamente la basura.

      ¿Por qué es importante clasificar bien los residuos?

      Clasificar la basura es mucho más que ser ecológicamente sensato. También significa tomar medidas concretas para ayudar al planeta. ¿Sabías que una persona produce de media en Francia más de 500 kg de residuos al año? Si no clasificas tus residuos, gran parte de ellos acabarán en el vertedero o incinerados, con repercusiones negativas para el medio ambiente (contaminación atmosférica, contaminación del suelo, emisiones de gases de efecto invernadero, etc.).

      Clasificar los residuos permite recuperar valiosas materias primas. El papel, el plástico, el vidrio y el metal pueden reciclarse para fabricar nuevos objetos. Reciclar una tonelada de papel salva 17 árboles, 26 000 litros de agua y casi 3 barriles de petróleo.

      Clasificar los residuos domésticos también es una cuestión económica. A diferencia de los vertederos, la introducción del reciclado contribuye a crear más puestos de trabajo. En Francia, la industria emplea a decenas de miles de personas, desde la clasificación hasta el reciclado.

      Clasificar los residuos también es una obligación legal. Muchas autoridades locales penalizan ahora los errores de clasificación repetidos. Te recomendamos leer la normativa para saber cómo clasificar tus residuos. Gracias a equipos adaptados como cubos para la clasificación selectiva, clasificar se convierte en un juego de niños en tu cocina.

      Reglas básicas para clasificar los residuos de cocina

      La cocina es uno de los principales lugares donde se producen residuos en el hogar. Para reciclar eficazmente, es esencial aplicar las reglas de clasificación adecuadas.

      Identificar las principales categorías de residuos

      Para aplicar correctamente las normas de clasificación de residuos, hay que empezar por distinguir claramente los tipos de basura que se producen a diario.

      Residuos reciclables como botellas de plástico, latas, latas de refrescos, cartones de comida, envases de cartón, periódicos y folletos. Deposítalos en el contenedor amarillo (o azul, según el ayuntamiento).

      Los residuos orgánicos, como restos de comida, peladuras, cáscaras de huevo, bolsas de té, etc., pueden compostarse. Estos residuos biodegradables se pueden compostar, ya sea en casa o a través de un sistema de recogida selectiva si existe en tu ayuntamiento.

      Los residuos no reciclables, como plásticos no reciclables (film plástico, envases de yogur, bandejas sucias), pañuelos de papel, pañales, vajilla rota, etc., deben depositarse en el cubo de la basura doméstica.

      Las pilas, bombillas, medicamentos, disolventes y pequeños aparatos electrónicos (residuos peligrosos) no deben tirarse nunca a la basura normal. Llévelos a puntos especiales de recogida (farmacias, centros de recogida de residuos, contenedores de supermercados).

      La separación eficaz de residuos empieza en la cocina. Con un cubo de cocina compartimentado o cubos separados, puede separar fácilmente estos flujos en origen.

      Lee las instrucciones locales de clasificación

      Contrariamente a la creencia popular, las normas de clasificación varían de una autoridad local a otra. En ocasiones, el plástico está totalmente clasificado. Algunos centros aceptan envases de yogur, otros no.

      Para acertar, consulta la información disponible en tu ayuntamiento (calendario de recogida, guía de clasificación, página web). Utiliza una aplicación móvil como la guía de clasificación de Citeo. Fíjate en los pictogramas de los envases (como Triman, obligatorio desde 2015).

      Lo correcto: en caso de duda, evita clasificar tus residuos en lugar de agruparlos por categorías. Un solo elemento incorrecto puede bastar para que un lote entero no sea reciclable.

      Los errores de clasificación más comunes que hay que evitar

      Incluso con la mejor voluntad del mundo, ciertos errores son comunes, como:

      • Envases sucios: una bandeja de carne con jugo o una caja de pizza grasienta deben ir al cubo de la basura doméstica.
      • Vidrio y vajilla: sólo pueden reciclarse los tarros y botellas de vidrio. La vajilla, los espejos y las bombillas rotas no deben depositarse en el contenedor de vidrio.
      • Los objetos de plástico: juguetes, perchas y cepillos de dientes no pueden reciclarse en el contenedor amarillo.
      • Basura en bolsas de plástico: los envases reciclables deben eliminarse a granel. Una bolsa, aunque sea transparente, bloquea la clasificación mecánica.
      • Elementos compuestos que no están separados: los tarros de yogur y las tapas deben clasificarse por separado, al igual que una caja de cartón con film plástico.

      Si mantienes tu cocina bien organizada con los cubos de basura adecuados, evitarás cometer estos errores.

      ¿Cómo puedes organizar fácilmente la clasificación de desechos en tu cocina?

      Clasificar los residuos de la cocina puede convertirse rápidamente en un dolor de cabeza si no se organiza bien. Afortunadamente, unos sencillos ajustes pueden ayudarte a ser más eficiente a diario.

      Elegir bien los accesorios de clasificación

      Para clasificar los residuos de forma eficaz, utiliza contenedores especiales. Un cubo compartimentado, por ejemplo, te permite separar los residuos en cuanto se producen, con dos, tres o incluso cuatro cubos en función de tus necesidades. 

      En cocinas estrechas, los cubos extraíbles instalados bajo el fregadero optimizan el espacio y facilitan su uso. Los compostadores de interior, a menudo equipados con filtros de carbono, ofrecen una solución práctica y limpia para los residuos orgánicos. 

      La clasificación de papel y cartón puede simplificarse con cestas apilables que ahorran espacio. Algunos accesorios combinan estética y funcionalidad, con acabados de diseño, sistemas de apertura automática o sistemas conectados que mejoran su comodidad diaria. Existen incluso modelos conectados y modelos con apertura automática para una mayor higiene.

      Nuestros consejos prácticos para ordenar el día a día

      Una clasificación eficaz de los residuos empieza por una buena organización del espacio. Si colocas los cubos de basura en lugares estratégicos de la cocina (cerca de la encimera para los envases, junto al fregadero para los biorresiduos), facilitarás el trabajo diario. 

      Utilizar códigos de colores o etiquetas en los compartimentos facilita ver de un vistazo dónde hay que tirar cada cosa y reduce los errores de clasificación. Para evitar olores desagradables, recomendamos vaciar las papeleras con regularidad y enjuagar los contenedores antes de desecharlos. Aplastar el cartón o las botellas de plástico también ahorra espacio, sobre todo si sólo puedes sacar los cubos unos días a la semana.

      Implicar a toda la familia en el proceso, incluidos los niños, convierte la clasificación en un acto colectivo y educativo. Con un poco de práctica, estos consejos hacen que clasificar no sólo sea más fácil, sino también más natural.

      Accesorios que facilitan la clasificación

      Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a clasificar tu basura sin estrés:

      • El contenedor de cocina de tres compartimentos: ideal para reciclar, desechar y compostar fácilmente.
      • Compostadores de interior con filtro de olores: perfectos si no tienes jardín.
      • El cajón integrado: discreto y ergonómico, optimiza el espacio bajo el fregadero.

      Estos contenedores de basura convierten un gesto incómodo en un hábito práctico e higiénico. Optar por el equipo adecuado facilita la clasificación de residuos. Puede reducir el número de errores que se comete a diario.

      ¿Cómo gestionar la eliminación de residuos?

      Una vez clasificados los residuos, hay que eliminarlos adecuadamente. Respeta los días de recogida fijados por tu ayuntamiento para evitar desbordamientos o sanciones. Sacar los contenedores demasiado pronto puede causar olores o molestias visuales, o incluso atraer animales, sobre todo cuando hace calor. 

      La clasificación no se limita a los envases. Para el vidrio, los textiles, las pilas y los pequeños aparatos electrónicos, suele haber contenedores especiales cerca de los supermercados o en los centros de recogida de residuos.

      Antes de tirar ciertos objetos que aún están en buen estado, piensa en darles una segunda vida. Los centros de reciclaje, los centros de reutilización o las donaciones a asociaciones contribuyen a reducir el volumen de residuos al tiempo que ayudan a los necesitados. Así que hacer lo correcto no se detiene en casa. Continúa hasta el punto de recogida.

      Adoptar las normas adecuadas de clasificación de residuos es ahora una necesidad medioambiental, jurídica y cívica. Equipar tu cocina con las papeleras adecuadas o con prácticos accesorios de cocina te facilitará las cosas. Tanto si eres un novato como un veterano en campañas, nunca es tarde para mejorar tu organización y hacer algo concreto por el planeta.

      ¿Buscas una solución sencilla que te ayude a clasificar más eficazmente a diario? Descubre nuestra selección de accesorios prácticos, atractivos y compactos para hacer de la clasificación un reflejo natural en tu cocina.