Empapelado: las etapas clave para obtener un resultado perfecto, incluso para principiantes
La decoración para pared permite transformar el ambiente de una habitación sin realizar grandes obras. Entre las soluciones más eficaces y estéticas, el papel pintado vuelve a aparecer en nuestros interiores. Motivos gráficos, texturas naturales o tonos suaves: se adapta a todos los estilos. Pero, para sublimar con éxito una pared, hay que saber colocar el papel pintado correctamente.

La decoración mural ya no es cosa de expertos: con los gestos adecuados y un poco de método, cualquiera puede conseguir un aspecto digno de un profesional. Empapelar es también una oportunidad para convertir tu hogar en un reflejo de tus gustos y tu estilo de vida. Forma parte de la transformación de interior tanto como los objetos decorativos o los muebles. Solo hay que prepararse bien, conocer las particularidades de los materiales como el vinilo preencolado o la cola para el papel pintado no tejido, y seguir cada paso con atención. Esta completa guía te guiará paso a paso, incluso si eres principiante.
1. Preparar el soporte: un paso esencial
Antes incluso de desenrollar un rollo de papel pintado, el éxito de la instalación depende de la calidad de la superficie. Es fundamental trabajar sobre una pared limpia, lisa, seca y en buen estado. Empieza por retirar el revestimiento antiguo si lo hay, ya sea una pintura desconchada o un antiguo papel pintado tradicional. Utiliza un decapante o una mezcla de agua caliente y detergente para facilitar la operación.
Luego, limpia bien las paredes para eliminar cualquier resto de polvo, grasa o adhesivo. Una vez secas, rellena cualquier orificio o grieta con un plaste para alisado. Por último, lija ligeramente la pared para garantizar una superficie perfectamente plana. Si la pared es muy absorbente o quebradiza, es aconsejable aplicar una imprimación de agarre para evitar que la cola para papel pintado no tejido se absorba demasiado rápido, lo que impediría que se adhiriera correctamente.
Preparar cuidadosamente las paredes no solo ayudará a mejorar su resistencia, sino que también garantizará un acabado visualmente impecable. Este es un paso que no debe descuidarse, sobre todo si se desea un efecto de gama alta y un acabado limpio, uniforme y más duradero.
2. Elegir el papel pintado adecuado
Existen varios tipos de papel pintado, cada uno con sus propias características técnicas y estéticas. El papel pintado tradicional, compuesto de hojas de papel, es económico, pero más frágil de manipular. Se rompe con más facilidad y requiere más cuidado al colocarlo, sobre todo porque la cola se aplica directamente sobre la tira de papel, que debe manipularse con cuidado.
El papel pintado no tejido es una alternativa moderna muy popular. Más grueso y resistente, también es más fácil de colocar. Se coloca mediante un preencolado: se aplica la cola para papel pintado no tejido directamente en la pared, por lo que no es necesario manipular una tira encolada. Te ayuda a ahorrar tiempo y es más seguro sobre todo cuando estás empezando.
Por último, el vinilo preencolado ofrece una solución muy práctica: la cola ya está presente en el reverso del papel. Solo hay que humedecer la tira para activar la cola. Es rápido, fácil y muy popular... Este tipo de papel pintado es especialmente adecuado para estancias húmedas como baños y cocinas, ya que resiste bien la humedad y es fácil de limpiar con una esponja. Algunos modelos pueden incluso lavarse o cepillarse, lo que los hace ideales para las zonas muy frecuentadas.
3. Reunir las herramientas adecuadas
Antes de colocar el papel pintado, conviene tener a mano todo lo necesario. Un trabajo bien organizado permite evitar errores y ayuda a ganar tiempo. Estas son las herramientas esenciales: una cinta métrica, un nivel o una plomada, un lápiz, un cúter bien afilado, un cepillo para encolar o un rodillo para papel pintado, una espátula para encolar, una esponja y, posiblemente, una mesa para empapelar para los modelos tradicionales.
Recuerda también la protección: lonas en el suelo, ropa adecuada y una escalera para las alturas. Es esencial utilizar una cola adaptada a tu tipo de papel: la cola para papel pintado no tejido no funcionará con el papel tradicional, y viceversa. En este caso, es fundamental seguir las recomendaciones del fabricante.
4. Tomar las medidas y marcar las referencias
La precisión es la clave de un acabado meticuloso. Empieza midiendo la altura de la pared, añadiendo un margen de 5 a 10 cm para los cortes. Luego, desenrolla el rollo de papel pintado sobre una superficie plana para cortar las tiras. Si el motivo requiere una unión, tenlo en cuenta en el corte para no romper la continuidad visual.
En la pared, utiliza un nivel o una plomada para trazar una línea vertical. Esta línea guía la colocación de la primera tira y garantiza que todas las siguientes sean rectas. Incluso si la pared parece recta a simple vista, una ligera desviación puede bastar para crear un desfase visible después de algunas tiras.
Por ello, colocar la primera tira recta es fundamental. Si descuidas esta etapa, el conjunto podría quedar desequilibrado, arruinando el efecto estético deseado.
5. Aplicar la cola: según el tipo de papel pintado
La fase de encolado varía en función del revestimiento elegido. En el caso del papel pintado tradicional, la cola se aplica en el reverso de la tira con un cepillo plano. Luego, se deja en remojo durante unos minutos antes de su colocación. Este periodo de espera es esencial: permite que el papel se dilate uniformemente y garantiza una mejor adherencia.
El papel pintado no tejido es más fácil de colocar. Se realiza un preencolado aplicando una cola para papel pintado no tejido directamente sobre la pared con un rodillo para papel pintado o una brocha ancha. Luego, se puede colocar la tira en seco, sin tiempo de espera. Este método es más limpio, más rápido y menos estresante, especialmente para los principiantes.
El vinilo preencolado simplifica aún más el proceso. Solo hay que pasar una esponja o un pulverizador con agua para activar la cola. Este papel es ideal para pequeñas superficies o usos temporales.
6. La colocación propiamente dicha: método y gestos clave
Empieza alineando la parte superior de la tira contra el techo, siguiendo cuidadosamente tu referencia. Deja un poco de material en la parte superior para hacer un corte limpio después. Deja caer la tira a lo largo de la pared, sin tirar de ella. Una vez colocado, utiliza una espátula o un cepillo para encolar desde el centro hacia los bordes para eliminar las burbujas de aire.
Presiona suavemente para evitar arrugar o rasgar el papel. Para el papel con uniones, alinea los motivos con precisión. La continuidad del diseño es lo que hace que la pared quede realmente estética.
Recorta el papel sobrante con un cúter y una regla metálica. Continúa con otra tira, siguiendo el mismo método. Si utilizas papel pintado no tejido o vinilo preencolado, podrás recolocar fácilmente la tira si la has colocado mal. Es una gran ventaja para corregir los errores sin dañar el papel.
7. Los acabados: el toque profesional
Tras la colocación, inspecciona las paredes con cuidado. Comprueba la alineación, las uniones y cualquier burbuja o pliegue. Mientras la cola no se haya secado, aún se pueden corregir ciertos defectos.
Luego, limpia los restos de pegamento con una esponja limpia ligeramente humedecida. Ten cuidado de no frotar demasiado fuerte, sobre todo con el papel de vinilo, ya que pueden alterarse. Por último, ventila la habitación durante varias horas, o incluso varios días, en función de la temperatura y la humedad ambiente. Un secado adecuado garantiza una colocación duradera.
Espera 48 horas antes de volver a colocar los muebles o la decoración de las paredes. Este tiempo te ayudará a evitar sorpresas desagradables y despegues prematuros.
Un interior transformado, un papel pintado bien colocado
Aprender a colocar papel pintado puede parecer intimidatorio, pero con un poco de preparación y los consejos adecuados, es una actividad al alcance de todos. Ya sea papel pintado tradicional, papel pintado no tejido o vinilo preencolado, cada tipo tiene sus ventajas para sublimar tus paredes y enriquecer tu decoración mural.
Elegir un buen rollo de papel pintado, adaptar la técnica de colocación a tu revestimiento, cuidar los acabados... Todos estos elementos marcan la diferencia entre un acabado corriente y un resultado digno de un profesional. Y una vez que domines la colocación, todo lo que tienes que hacer es dejar volar tu imaginación para transformar tu hogar. Atrévete con los contrastes, juega con los motivos y prueba combinaciones inesperadas.
¿Quieres pasar a la acción? Descubre nuestra selección de papeles pintados, diseñados para adaptarse a todos los estilos, gustos y deseos. ¡Seguro que encuentras el modelo perfecto para tu proyecto!
