¿Cómo sujetar una sombrilla sin base?

La forma más sencilla de mantener erguida una sombrilla sin patas es utilizar un soporte de sombrilla en el suelo: esta estructura tiene una base lastrada para evitar que la sombrilla vuelque a la menor ráfaga de viento. Si no tienes suficiente espacio en el suelo, puedes optar por un soporte de sombrilla de pared que, como su nombre indica, puede fijarse a la pared.

¿Cómo esconder un soporte de sombrilla?

Para ocultar el pie de tu sombrilla, puedes optar por un cubrepiés de madera: además de embellecer tu espacio, te ofrece un soporte sobre el que colocar las gafas o los aperitivos. Puedes comprarlo o, si eres un poco manitas, puedes convertirlo en una pieza única que satisfaga tus necesidades prácticas y estéticas. También puedes ocultar el pie de una sombrilla con plantas y flores plantadas en una maceta para sombrillas.

¿Se puede lavar a máquina una tela de sombrilla?

La mayoría de las lonas para sombrillas no se pueden lavar a máquina. No obstante, consulta las instrucciones de cuidado y lavado del fabricante. Si no tienes ninguna recomendación o no estás seguro, lo mejor es limpiar en seco con un cepillo. Si las manchas persisten, diluye de 5 a 6 cucharaditas de cristales de sosa en un litro de agua caliente y limpia el tejido con una esponja. Deja secar la funda de la sombrilla antes de cerrarla para evitar la aparición de moho.

¿Te puedes quemar debajo de una sombrilla?

Contrariamente a lo que pueda pensar, sí, te puedes quemar debajo de una sombrilla. Según el material del que esté hecha la funda de tu sombrilla, pueden penetrar más o menos rayos UV y entrar en contacto con tu piel. Pero esa no es la única vía por la que pueden llegarte los rayos solares responsables del bronceado (pero también de mutar el ADN de tus células y potencialmente provocar cáncer): también pueden reverberar en tu entorno, la arena, el agua o el pavimento de tu terraza. Por ello, es esencial protegerse siempre la piel con crema solar o simplemente con ropa.

¿Qué sombrilla elegir?

A la hora de comprar una sombrilla, tienes varias opciones en cuanto a forma, tamaño, cubierta, estructura y sistema de fijación. En general, existen dos tipos de sombrillas: La sombrilla recta: es el modelo clásico con soporte en el centro que puedes plantar en la arena o colocar en el centro de una mesa de jardín. La sombrilla excéntrica: dispones de un soporte descentrado que permite desplazar la cubierta de la sombrilla para seguir la trayectoria del sol, sin tener que mover el soporte. Ambos modelos tienen una lona redonda o rectangular. Puede ser de poliéster o acrílico: La lona de sombrilla de poliéster: es la alternativa más barata, resiste la humedad y ofrece una protección relativamente buena contra los rayos UV La lona para sombrilla acrílica: conserva su color y ofrece una buena protección contra los rayos del sol. Sea cual sea el material, cuanto más grueso sea el tejido, más resistente y filtrante de los rayos UV será la lona de tu sombrilla.